Impresionante fue el partido de Champions League entre el Olympique de Lyon y el Benfica, en Portugal, con una buena entrada de 19 mil 800 personas y un futbol tan limpio como seguro.

En Países Bajos hubo un récord de asistencia: 35 mil 991 aficionados en el Ajax contra Chelsea.

En el primer partido hubo grandes jugadas de Lindsay Horan, del Lyon, acompañada de Sara Dabriz, Delphine Cascarino y Duomorné, además de la capitana Mboch. Pero yo no había visto esa cara del Benfica femenil, con Lucía Alvez... Agradable el futbol de Champions League femenil.

Ahora, hablaré de México...

Ya se llegó a semifinales en la primera Copa Oro Femenil, se le ganó a Estados Unidos y se le jugó al tú por tú a la Canarinha. México tiene una gran Selección.

El América pierde el Clásico contra las Chivas, con un jugadón y chilena de Adriana Iturbide. Caro Jaramillo se sumó a las dianas, pero ganaron con conjunto.

Ha modificado muy poco el Guadalajara de Antonio Spinelli, con relación a la temporada anterior. Las delanteras hacen goles, las mediocampistas reparten juego y por fin ganaron el Clásico de Clásicos. No se modificó lo que funciona, así de fácil.

Me pregunto entonces por qué el Atlético de San Luis, que lleva varias temporadas intentando clasificar a la Liguilla, cuando tenía a la mejor volante creativa (Natalia Gómez Junco), la cedió al Toluca, pero no nada más eso: Tenías jugando muy bien a chicas como Jacqueline García Cruz, la recién llegada de Buenos Aires, Justina Morcillo, a Isabel Kasis y a la gran jamaiquina Trudi Carter.

Todas estaban haciendo grandes jugadas, le iban ganando —la temporada anterior— a las Chivas, y al final les empataron. Luego, le jugaron al tú por tú a las Rayadas de Monterrey, y pusieron contra las cuerdas a las Tigres. Se quedaron muy cerca, a un punto, de clasificar a la Liguilla... Y despiden al director técnico Samayoa.

Hoy, las potosinas, en cada partido hacen cambio de alineación. ¿Por qué tanta rotación? Si ya te funcionaba el año pasado el equipo y era cuestión de contundencia, porque la extremo Trudi Carter ya no se ve como antes, cuando en verdad me dejaba con el grito ahogado de gol.

Sólo era falta de contundencia, pero el equipo funcionaba. Los gestos técnicos de las jugadoras, los desbordes por las bandas... Debían dejarlas como estaban. Esta semana, el cuerpo técnico de San Luis metió a todas las delanteras que pudo; Atlas se quedó con una menos, y ni así pudo levantarse el equipo, en casa. Empate (0-0). Ahora se viene el América, y las Tuzas. Vaya siguientes partidos.

No hay mucho que cambiar. Tenemos buenas futbolistas mexicanas... Y las que vienen atrás: Sub-20, sub-17... Iremos a los Mundiales. Somos buenas, confiemos en lo que tenemos y lo ideal es pensar qué hacer con los técnicos para mejorar a las jugadoras y —por ende— a los equipos mexicanos.

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